Crucé la calle, ella estaba justo enfrente. Su imagen me vino hoy a la mente cuando desperté al alba.
Recuerdo que hace unos días me hicieron un comunicado, ella ya no estaba aquí ni en ningún otro lugar; las noticias me resultaron tan ridículas como increíbles, sin embargo, yo sentía que algo no estaba bien. Ese día la llamé, pero nadie respondió, volví a llamar pero no tenía sentido, hacía días que la vi bajando a ese gran agujero en la tierra, con su cama de madera y con los ojos cerrados; fue un día triste.
Hoy, salí rumbo al trabajo como de costumbre, corrí pues el camión me dejaba y ya era tarde, pasaron unas cuantas calles y bajé. Disponía a entrar al edificio cuando la vi, así que crucé la calle, ella estaba justo enfrente.
Una vez que estuve del otro lado de la acera cerré los ojos y solté una lágrima, ella no estaba ahí, ella solo no estaba, ella solo no respiraba, ella solo no existía, ella solo había muerto.
Gracias a mi monero que me dio la inspiración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario